Las vitaminas prenatales son objeto de varias leyendas urbanas. Es muy común escuchar que su capacidad nutricional superior ayuda a mejorar, por ejemplo, la apariencia del cabello o de las orejas. Como resultado, algunas mujeres los usan incluso cuando no están embarazadas.
Lo cierto es que estos complementos dan aportes nutricionales. Sin embargo, estas vitaminas no serían una buena idea si no está embarazada. De hecho, ingerirlos sin una buena razón puede tener el efecto contrario al deseado.
¿Qué hacen las vitaminas prenatales?
Las vitaminas prenatales son suplementos destinados a mujeres que tienen la intención de quedar embarazadas o que ya están embarazadas. También son para mujeres lactantes. Su compromiso es proporcionar suficientes vitaminas y minerales para reducir el riesgo de complicaciones durante el embarazo.
Las necesidades nutricionales y nutrición de una mujer aumentan cuando queda embarazada. El bebé necesita nutrientes específicos para desarrollarse normalmente. A veces, la dieta típica puede no satisfacer completamente sus necesidades.
Siempre es importante tener en cuenta que los complementos vitamínicos prenatales cumplen el propósito de completar una dieta saludable. Esto significa que están mejorando esta dieta, no reemplazándola.
Aportes
Hay varios tipos de vitaminas que se ingieren durante los embarazos disponibles en el mercado. En general, se parecen bastante a cualquier tipo de multivitamínico, con la excepción de un elemento: el ácido fólico. Este nutriente es fundamental para las mujeres que quieren quedarse embarazadas o que ya están embarazadas.
El consumo de cantidades suficientes de ácido fólico está relacionado con un menor riesgo de defectos del tubo neural, incluida la espina bífida en el útero. Los médicos aconsejan a las futuras madres que tomen 400 microgramos de esta sustancia todos los días, comenzando tres meses antes de la concepción y continuando durante siete semanas completas de embarazo.
Los suplementos prenatales también contienen otros componentes esenciales para un embarazo saludable, como calcio, hierro, ácidos grasos omega-3, vitamina A, C y E, y minerales como hierro y zinc.
¿Tomarlos o no tomarlos fuera del embarazo?
En general, una mujer no debe tomar vitaminas prenatales a menos que quiera seguir embarazada, esté embarazada o esté amamantando. Una dieta saludable debe ser suficiente para satisfacer todas sus necesidades dietéticas. Si este no es el caso, se recomienda que hable con un médico.
El mayor problema de tomar este tipo de vitaminas prenatales fuera del embarazo es que puede tener efectos negativos. El primero de ellos es la identificación de una deficiencia de vitamina B12.
Además, si hay un exceso, es posible que se manifiesten otros problemas de salud, como diarrea, náuseas e irritabilidad. Del mismo modo, el exceso de vitamina A sintética en ocasiones puede ser perjudicial para el hígado.
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