Ha fallecido el cubano Roberto “Chico” Barbón, el primer latino en jugar en el béisbol profesional japonés. El carismático ex jugador de béisbol muere a los 89 años de edad a causa de una neumonía aguda en el hospital de Nishinomiya, Japón.
Chico de Estados Unidos a Japón
Chico inició su mundo en el béisbol profesional cuando viajó a Chicago para ver a las ligas negras de béisbol de los Estados Unidos. Es por esto que tuvo la experiencia de recorrer todo el país. Confesó que en cierta ocasión recibió una patada, una de las más duras que le dieron en su vida por atreverse a tomar agua en un bebedero que estaba reservado para personas blancas. El célebre jugador mencionó que de haberlo sabido nunca lo hubiera hecho.
Al hacer amistad con los dueños de los Trotamundos de Harlem, Abe Saperstein, se abre la oportunidad de ir a jugar en el béisbol profesional japonés. Chico Barbón aceptó el desafío y se embarcó al país nipón en febrero de 1955. Para aquel entonces cruzar el océano pacífico era una odisea tan grande que incluso la línea aérea entregaba un diploma a todos los pasajeros que la completaban.
Al ser el único extranjero en su nuevo equipo los Bravos de Hankyu no tuvo otra opción que aprender rápidamente el idioma japonés para poder comunicarse con sus compañeros de equipo y por supuesto pedir la comida que le gustaba. Su amigable personalidad y carismática sonrisa le felicitaron mucho esa tarea.
Se adapta rápidamente a la cultura japonesa
Al comienzo le sorprendió que todos los lanzadores nipones tiraban la pelota por debajo del brazo por lo que al comienzo se le dificultó un poco hacer contacto con la pelota, sin embargo, poco tiempo después logró adaptarse y convertirse en unos de los mejores jugadores de la liga.
Ganó tres títulos de robo de base, dos de triple y dos de carreras anotadas. Su calidad y desempeño lo llevó a participar en un juego de las estrellas en el que lo premiaron con un pan gigante. Para aquel momento Japón estaba saliendo de la era post guerra.
Aunque originalmente deseaba quedarse tan sólo dos o tres temporadas en Japón para aquel entonces estalló la revolución en su país por lo que se cerraron las fronteras y tuvo que continuar exiliado en la isla y permanecer allí. Lo que al principio pareció ser una tragedia se convirtió en algo afortunado para el cubano ya que se retiró como pelotero activo luego de haber disfrutado más de 1,353 al máximo nivel del circuito.
Los diarios japoneses han cubierto ampliamente el fallecimiento del beisbolista latino. Todos sacaron a lucir fotos antiguas y recientes y destacaron su amigable personalidad y gran sonrisa que lo llevó a consolidarse como una persona muy querida por todos.