Muchos conductores desean un mantenimiento del auto que requiera un trabajo mínimo y cueste poco dinero. Otros lo consideran su pasatiempo favorito. Sin embargo, para todos es esencial mantener el auto en buenas condiciones para que sea seguro a la hora de transitar por las calles.
De más está decir que, dediques esfuerzo o no al correcto mantenimiento, debes contar con un seguro para auto que te brinde asistencia tanto mecánica como legal, por cualquier imprevisto que pueda surgir mientras conduzcas. Un seguro confiable puede brindarte muchas soluciones y cuidar tu patrimonio en caso de un accidente grave.
Los 5 mejores consejos para el mantenimiento de tu auto:
Examinar los neumáticos:
Mantener el estado adecuado de los neumáticos es fundamental para la seguridad del vehículo, especialmente en situaciones de humedad, nieve o hielo. Busca grietas en los flancos, desgaste desigual u otros problemas que puedan requerir la rotación, sustitución o alineación de tus neumáticos. Es posible que tengas que sustituirlos si la banda de rodadura está considerablemente desgastada o es irregular.
Una vez al año debes examinar la alineación de las ruedas. Si los neumáticos están desalineados, arrastran o no ruedan como deberían, sentirás un golpeteo o temblor a través del volante si las ruedas están desequilibradas.
Una vez al mes, utiliza un medidor de neumáticos para comprobar la presión de aire de los mismos. Debido a que el clima frío puede hacer que pierdan aire, debes ser especialmente cauteloso con este tema. La presión de aire recomendada para los neumáticos se encuentra en el manual del propietario.
Verifica si las luces están activas.
Según nuestros agentes de seguros, no se puede exagerar la necesidad de que las luces de todo tipo de vehículos funcionen. Enciende tus luces de emergencia para determinar si tanto el intermitente como las luces de seguridad de encendido permanente están funcionando. Mientras pisas los frenos, haz que alguien se coloque detrás del coche para verificar que las luces de freno funcionan correctamente. Un accidente puede ser causado por una sola bombilla defectuosa.
Examina los limpiaparabrisas.
Los limpiaparabrisas dañados o que no funcionan suponen un grave riesgo para ti y para los demás en la carretera. Las escobillas limpiaparabrisas son útiles no solamente cuando llueve, sino también en las tormentas de polvo y otras situaciones meteorológicas.
Revísalas al menos una vez al año para ver si están rotas o dañadas. Examina los limpiaparabrisas para ver si todavía pueden eliminar suficientes residuos para lograr una visibilidad clara.
Cambia el aceite con regularidad.
Según los expertos, el aceite debe cambiarse al menos cada 16.000 kilómetros, pero esto puede variar. Sigue las instrucciones del manual de servicio de tu coche. Los cambios de aceite deben realizarse con regularidad para mantener el rendimiento del vehículo. También debes revisar regularmente si hay fugas de líquido alrededor del automóvil y debajo del motor.
Examina los frenos.
Los fallos de los frenos también pueden ser causados por el desgaste de las pastillas, las fugas de líquido y otros fallos, lo que puede provocar un accidente grave. Las pastillas de freno deben sustituirse cada 80.000 o 100.000 kilómetros aproximadamente.
Los chirridos de los frenos, las vibraciones y el retraso en la respuesta son síntomas de que los frenos deben ser sustituidos. Asegúrate de que el líquido está lleno e inspecciona los frenos con regularidad.
En caso de accidente.
El mantenimiento del vehículo y la conducción segura te ayudarán a evitar accidentes de coche, pero aún así podrías estar involucrado en una colisión debido a la imprudencia de otro automovilista. Por ello, lo ideal es estar bajo el cuidado de un seguro que pueda ayudar a solucionar problemas de este tipo y no tengas que preocuparte por nada.