Nosotros tenemos mucho que aprender del arte mexicano y sus mejores exponentes. Miguel Covarrubias es uno de ellos, un artista excepcional que ha dejado una gran huella en el arte del siglo XX.
En este artículo, nos adentraremos en la vida y obra de este artista, explorando su legado y lo que lo hace tan especial. Pero primero, hablemos un poco sobre sus antecedentes y contexto histórico.
Miguel Covarrubias nació en la Ciudad de México en 1904. Creció en una familia con gran afinidad por el arte y la cultura. Su padre era un periodista y poeta, mientras que su madre era una escritora.
Desde temprana edad, Covarrubias mostró un gran interés por el arte y comenzó a dibujar y pintar desde muy joven.
Durante su juventud, Covarrubias estudió en la Escuela Nacional Preparatoria y en la Academia de San Carlos. Fue allí donde comenzó a desarrollar su talento artístico. A los 19 años, se mudó a Nueva York para estudiar en el Art Students League.
Unos años después, en 1926, Covarrubias comenzó su carrera como ilustrador para la revista Vanity Fair. Fue allí donde se dio a conocer como un artista excepcional y comenzó a recibir gran atención por parte de la crítica y los aficionados al arte.
Pero fue su trabajo en México lo que lo llevaría a alcanzar el estatus de leyenda. Al regresar a México en 1930, Covarrubias comenzó a trabajar en el libro «Island of Bali», de su esposa, la escritora estadounidense Rose Thomas. Fue allí donde demostró su habilidad para plasmar las culturas de otros países a través del arte.
En México, Covarrubias también trabajó en diversos proyectos, incluyendo murales para la Torre Latinoamericana. Pero fue su trabajo como ilustrador de la revista «Mexican Folkways» lo que lo llevaría a convertirse en uno de los artistas más reconocidos de México.
Covarrubias creó muchas ilustraciones para la revista, que se centraban en la cultura y las tradiciones mexicanas. Fue allí donde demostró su habilidad para capturar la esencia de México en su arte.
En su obra, se puede apreciar un estilo único que combina el realismo con un toque de humor. Esto se debe en parte a su fascinación por las culturas de todo el mundo y su habilidad para capturar los detalles más interesantes y distintivos de cada una de ellas.
A pesar de algunos altibajos en su carrera, Covarrubias siempre mantuvo su pasión por el arte y siguió trabajando hasta su muerte en 1957. Su legado sigue vivo hoy en día, tanto en México como en todo el mundo.
En resumen, Miguel Covarrubias fue un artista excepcional que dejó una huella indeleble en el mundo del arte mexicano y mundial. Su habilidad para capturar la esencia de diferentes culturas a través del arte lo convierte en un icono del siglo XX.
Si estás interesado en aprender más sobre Covarrubias, te recomendamos visitar el Museo Soumaya en la Ciudad de México, donde podrás encontrar algunas de sus obras más destacadas. También puedes buscar en línea para descubrir más sobre su vida y obra.