En varias partes del mundo se han vuelto muy populares los juegos para ganar dinero o play-to-earn. Junto con el fenómeno global de los tokens no fungibles NFT, han revolucionado el ecosistema de los videojuegos, que pagan a quien le dedica tiempo a interactuar con el proyecto.
En algunos lugares los gamers pudieran ganar más que el salario mínimo mensual de los trabajadores de sus respectivos países. Es por esto por lo que miles de personas alrededor del mundo han recurrido a esta modalidad para obtener ingresos que les permita cubrir sus necesidades básicas. Pero no todo es color de rosas.
Peligros de los play-to-earn
Actualmente en el mercado hay una gran cantidad de proyectos, experimentos y fases de prueba que exploran el modelo de videojuegos play-to-earn. Sin embargo, gran parte de ellos están lejos de ser proyectos consolidados, más bien son experimentos que le están pagando a las personas para que prueben sus plataformas.
Al tratarse de experimentos bajo la denominación de juego, los jugadores se exponen a no recuperar su inversión. O bien porque los desarrolladores del proyecto desaparezcan o bien porque tomen malas decisiones que generen una estampida de usuarios y destruyan la economía del juego. Algunos proyectos son creados de manera malintencionada con el único objetivo de aprovechar la euforia del momento.
Prueba de ello, es el ejemplo del famoso juego Plants vs Undead. Los desarrolladores de este juego han anunciado vez tras vez cambios repentinos sobre la modalidad de juego o sobre el proceso para retirar recompensas. De esta manera los gamers no han podido armar estrategias que les permitan alcanzar sus objetivos y tener los supuestos beneficios.
¿Son un modelo centralizado?
Aunque muchos prometen descentralizarse en el futuro, la mayoría de los juegos play-to-earn tienen economías controladas por sus propios desarrolladores. Se justifican argumentando que en el pasado los proyectos que se descentralizaron se estancaron y acabaron siendo abandonados. No obstante, sostienen que el verdadero camino hacia una organización descentralizada se producirá gradualmente.
Sostienen que en el futuro la comunidad podrá participar en la toma de decisiones o gobernanza al ser poseedores de diversos tokens. Todo parece indicar que los play-to-earn están emulando en el mundo virtual lo que el sistema financiero tradicional ha hecho desde hace mucho tiempo, generar un sistema centralizado gobernado por una élite.