La colonoscopia es un procedimiento médico en el que se introduce en el intestino un tubo con una cámara en su parte terminal para poder observar lo que está sucediendo dentro. Las personas que tengan riesgos de enfermedades o patologías intestinales deben someterse a una colonoscopia.
¿En qué consiste la colonoscopia?
Al introducir el tubo con la cámara en su parte terminal el profesional de la salud observa la conexión entre el intestino grueso y el delgado. Analiza cuidadosamente las paredes intestinales, visualizando lo que ocurre alrededor hasta encontrar lesiones o patologías. Luego lo va retirando gradualmente para terminar con la observación.
El procedimiento médico permite detectar patologías del intestino grueso como los pólipos del colon. Estas lesiones pueden llegar a convertirse en cáncer de colon u otras lesiones como la diverticulitis o el sangrado que suelen encontrarse en la estructura de la pared del colon. En pocas palabras, este estudio sirve para detectar cualquier enfermedad que atente contra la salud del intestino.
¿Por qué es tan importante?
Siempre que tengamos riesgo de patologías o poseamos síntomas de alguna enfermedad intestinal es importante recurrir a la colonoscopia para obtener un diagnóstico certero. Las personas mayores de 50 años tienen mayor riesgo de padecer cáncer de colon. La colonoscopia podría ayudarles a observar las condiciones de su salud intestinal sobre todo si tienen sospecha de enfermedades o algún síntoma de lesión.
Claro está, para someterse a una colonoscopia hay que tener una preparación adecuada así tendremos mayores probabilidades de un diagnóstico certero. Por lo general consiste en realizar una dieta sin residuos dos días antes de la colonoscopia y evitar cualquier cosa que pueda interferir con el proceso.
Una dieta sin residuos significa consumir alimentos libres de fibra por lo que no se puede ingerir frutas ni verduras tampoco cereales, semillas ni pan integral. Al momento de la colonoscopia el doctor solicitará ingerir una solución que ayude a evacuar los restos que hayan quedado en el intestino.
La colonoscopia ha sido una herramienta vital para la prevención del cáncer de colon, uno de los más entendidos entre las poblaciones de ambos géneros. Algo que también ayuda a los profesionales de la salud a determinar si se necesita o no una colonoscopia es la presencia de sangre en las heces. Las personas mayores a 50 años es recomendable que se hagan una prueba de sangre de forma habitual a fin de tener una salud intestinal bajo control.