Hasta ahora las teorías científicas han afirmado que el CO2 en la atmósfera tiene un efecto fertilizante en el crecimiento de las plantas, por lo que a menudo este gas se añade a los cultivos de invernadero para en teoría mejorar el rendimiento.
Pero una publicación en la revista Science de una nueva investigación internacional parece demostrar lo contrario. La vegetación tropical podría beneficiarse menos de lo pensado del dióxido de carbono atmosférico a niveles elevados.
Una teoría puesta en duda
Durante mucho tiempo las teorías científicas han afirmado que el CO2 a escala planetaria tiene un efecto fertilizante en el crecimiento de árboles y arbustos que almacenan el carbono liberado por la quema de combustibles fósiles. Según los científicos, esto podría ayudar a contrarrestar el calentamiento global.
También se ha afirmado que el supuesto efecto es más pronunciado en los que ecosistemas tropicales donde el CO2 elevado favorece la propagación de la cubierta leñosa, arbustos y árboles. Esta cubierta tiene un mayor beneficio que los pastizales que almacenan menos carbono. Esta teoría denominada “reverdecimiento tropical” ahora es cuestionada por la comunidad científica.
¿Qué evidencian los estudios de campo observacional y experimental?
Un nuevo estudio sobre el cambio de la vegetación en el África Occidental tropical durante los últimos 500,000 años demostró que los niveles de CO2 atmosférico tuvieron un efecto extraordinariamente pequeño en la extensión de la cubierta leñosa.
William Gosling del Instituto de Biodiversidad y Dinámica de Ecosistemas de la Universidad de Amsterdam, en los Países bajos y coautor del estudio subrayó que se ha demostrado que no importa la cantidad de dióxido de carbono que haya en la atmosfera. El punto importante es: si no hay agua, si los animales se comen todas las plántulas o si hay incendios todos los años.
Por otra parte, el decano de la escuela del medioambiente y sostenibilidad de la UM Overpeck sostiene que se ha sobrestimado las influencias del CO2 en la vegetación. En otras palabras, los beneficios del aumento del CO2 en la atmósfera son mucho menores de lo que se pensaba. Por lo tanto, sostiene que es una falacia pensar que el cambio climático producto de la contaminación por los combustibles fósiles tendrá un efecto positivo en la vegetación.
El decano cree que estos estudios permitirán a los científicos desarrollar modelos más realistas sobre la relación entre el CO2 y la vegetación. La idea de que se puedan plantar árboles para que contrarresten el CO2 y así salvar el clima no es una apuesta segura, sostiene la nueva investigación.